domingo, 12 de mayo de 2013
Crítica: Show No Mercy (1983)
En el día de las madres y a varios días de la muerte de Jeff Hanneman, fundador de Slayer, la banda a la cual está dedicada este artículo y crítica, traemos el primer disco de la banda Slayer conocido como el clásico Show No Mercy el cual fue sacado en 1983 al mismo tiempo que significó el camino del progreso para la banda Slayer, álbum de estudio que se remonta a sus inicios, al comienzo de su carrera y al trayecto de la destrucción. Todo comenzó en Los Ángeles, California, entre las 11:00 de la noche y las 7:00 de la mañana, tiempo que fue seguido para reducir los costos del estudio que en ese tiempo eran bastantes elevados y lo curioso de este álbum de Slayer es que fue financiado por Tom Araya, el vocalista de Slayer con su trabajo como terapista respiratorio y así mismo dinero por el padre de Kerry King, guitarrista de Slayer. La compilación de este álbum bajo Metal Blade Records se remonta a un festival musical en que Slayer era telonero de la banda Bitch de Heavy Metal fundada en 1980 en Los Ángeles, California. Slayer se dio a conocer en el underground debido a esto donde tocaron ocho canciones, seis de estas canciones fueron versiones. La banda ese mismo día fue descubierta por el visionario Brian Slagel, vio todo el talento y la carisma que presentaba Slayer en el público, reuniéndose con todos los integrantes al culminar el concierto y así firmando un contrato, introduciendo a Slayer en Metal Blade Records, empezando el proceso de grabación de Show No Mercy. Es un álbum rodeado de líricas satánicas, de crudeza, de fuerza, el primer tono conocido por Slayer y donde hubo influencia de bandas tales como Venom, Judas Priest, Mercyful Fate y los mismísimos Iron Maiden de Inglaterra, las posteriores presentaciones en vivo de Slayer con el Show No Mercy satanizarían completamente la imagen de la banda, usando símbolos, cruces invertidas, ropa basada en esta y todo tipo de simbología (tan sólo véase la portada del álbum, más arriba) En su tiempo debido a tal simbología satánica, Slagel, el productor de la banda recibió un correo de la PMRC. El Show No Mercy en su versión de 1987 introdujo temas de Haunting The Chapel como la canción del mismo nombre, Captor of Sin y Chemical Warfare como la versión de 1994 colocó Aggressive Perfector y también Chemical Warfare al igual que el anterior. Un álbum rodeado de toda la energía mítica de Tom Araya, Dave Lombardo, Kerry King y Jeff Hanneman, una banda que es uno de los grandes del Thrash Metal y que a lo largo del tiempo siempre ha sacado excelentes álbum, una de las bandas que mantienen el culto al Thrash Metal y que consiguieron definir el sonido del mismo género, uno de los grandes en el Old School Thrash Metal como Testament. Esta es mi crítica y mi gran recomendación para ustedes, el Show No Mercy, un magnífico álbum cuya duración es de 35:18 minutos.
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